- La industria no cesa de utilizar chicas muy delgadas como estereotipos
estéticos
- Blanca Padilla: "es necesario que la gente conozca la cara
escondida de la profesión"
- EN IMÁGENES, LA EVOLUCIÓN DE LAS TOPMODELS EN LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS
ADRIANA
R.SÁNCHEZ-CERRUDO – Santa Cruz de Tenerife
@adrianaarsc
No se trata de un problema de actualidad.
Tampoco supone una inconveniencia a la que el mundo de la moda, en menor o
mayor medida, no haya tratado de poner fin. El asunto de la extrema delgadez
sobre la pasarela y su vinculación a trastornos alimenticios ha acompañado a la
industria textil durante muchísimo tiempo. Atrás quedaron las curvas de Claudia
Schiffer o Cindy Crawford que dieron paso al “heroin chic” de Kate Moss como cánones de belleza.
Cuando parecía que la sociedad comenzaba a
superar este obstáculo, en parte por la aparición del concepto “curvy”, emergen
nuevos casos, en el que las modelos participantes en las semanas de la moda de
las grandes capitales de la industria
vuelven a ser objeto de crítica
debido a su estado físico.
El 2015 ha sido, sin duda, el año más
polémico para la industria textil. Blanca Padilla, Gigi Hadid o Cara Delevingne,
han sido algunas de las profesionales de la pasarela que han querido
desenmascarar el lado menos amable del universo para el que trabajan.
Ilustración de los cánones de belleza de ambas épocas/Nadia RSC
Respecto a la existencia de malos hábitos
en esta industria, la periodista experta en Moda, Mónica Ledesma, afirma que el
principal problema es la presión
mediática y social en la que se ven inmersas las modelos en cuanto a
patronaje se refiere.
Además, la periodista expone que lo peor
del concepto que intenta vender la industria de la moda, en numerosas ocasiones
y a través de cuerpos perfectos, lleva a los jóvenes modelos a tratar de imitar
estos estereotipos sin poseer la suficiente templanza mental ni alimenticia,
llevándoles a caer en terribles enfermedades.
Un estudio llevado a cabo por expertas en Psicología de la Universidad de Durham en Reino Unido y publicado en la revista
Plos One (http://www.plosone.org/home.action), relaciona imágenes de modelos con el deseo de la
población joven de estar delgada. Por otro lado, consideran que la solución
estaría en proyectar imágenes de cuerpos más naturales.
Por tanto, debido a que numerosos factores,
tanto sociológicos como biológicos, predisponen a la anorexia, los
profesionales del mundo de la moda que se convierten en iconos de esta
industria, deben poseer la suficiente fuerza mental para poder hacer frente a
las numerosas críticas a las que están sometidos.
Precisamente, como negativa a este tipo de estéticas,
han surgido en los últimos tiempos las modelos plus size o XL.
Sin
embargo, la blogger de moda, viajes
y modelo Marta Purriños, considera que esta no es la solución. La tinerfeña
afirma que “el problema no es la talla, ni el número de kilos que tengas en tu
cuerpo" y “todo estaría correcto si tu salud no peligra”. Además, Purriños
considera que no se trata del adjetivo “gordo” o “XL”, puesto que, este es un
estereotipo más de la sociedad occidental, donde el poder de la imagen tiene mucha más importancia que cualquier otro
aspecto que defina al ser humano.
Por su parte, la Doctora Carmen Rosa Morales
García, experta en Psiquiatría del Hospital Universitario de Canarias, expone que el
mundo de la moda, mediante este estereotipo de estética que propone y los diseños
que muestran, tratan de despenalizar el sobrepeso.
Morales afirma que la industria de la moda debería mostrar diseños en cuerpos
sanos, que presentan un Índice de Masa Corporal saludable y que este debería
ser una exigencia obligada para prevenir el riesgo para la salud.
En definitiva, la profesional en
psiquiatría lo tiene claro. El mundo de la moda presenta a modelos
extremadamente delgadas, estando, muchas de ellas, con un peso inferior al
mínimo saludable. Morales sentencia su intervención estableciendo que el patrón de estética que preconiza esta
industria es absolutamente patológico.
Anna
Wintour, editora jefe de la edición americana de la revista Vogue, afirmó en una conferencia de
salud el 22 de marzo de 2010 en Boston junto al diseñador estadounidense
Michael Kors y la modelo rusa Natalia Vodianova que “la extrema delgadez de las
modelos es lo que ha hecho que ya no haya supermodelos como en los 90, porque
no les da tiempo a desarrollar una personalidad o fama considerable porque su
carrera es muy corta”.
Juana Cionfrini Salvi, diseñadora de
moda procedente de Tenerife, establece que la responsabilidad para poder establecer una imagen saludable recae exclusivamente en el gremio al que pertenece, pues son
ellos quienes deciden los estereotipos de belleza. La conciencia social también
es la clave para poder alcanzar un equilibrio, afirma la joven modista.
En conclusión, las alternativas son conocidas
por todos y están sobre la mesa. Un modelo de belleza saludable es posible, tal
y como podemos observar en la propuesta de ley por parte de Francia para que
las modelos sean sometidas a una revisión para asegurar que su peso es
saludable de acuerdo a sus características físicas.
Por tanto, la solución se basa en esperar a que la industria de la moda reaccione y se imponga el ideal contrario al insalubre, pero todo esto no llegará a ningún puerto si la población no rechaza los estereotipos establecidos hasta el momento que no se corresponden con lo que la salud define.
Por tanto, la solución se basa en esperar a que la industria de la moda reaccione y se imponga el ideal contrario al insalubre, pero todo esto no llegará a ningún puerto si la población no rechaza los estereotipos establecidos hasta el momento que no se corresponden con lo que la salud define.
Adiós a la inanición en las pasarelas
La Universidad de Harvard, en Estados
Unidos, propone prohibir modelos extremadamente delgadas en pasarelas y
reportajes fotográficos por ley en el país. Los expertos pertenecientes a esta
institución señalan que esta medida supondría un enorme avance en la prevención
de problemas alimentarios como la anorexia
nerviosa o la bulimia.
Las modelos profesionales son
especialmente vulnerables a sufrir trastornos alimenticios. Por ello, las
autoridades estadounidenses han realizado un llamamiento a la sociedad que
imite la medida tomada por el Parlamento francés que establece, entre una serie
de aspectos, la obligatoriedad de
presentar un certificado médico que les permita trabajar como profesionales de
la moda en cualquier ámbito.
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