ARSC

jueves, 22 de octubre de 2015

Los pilares de ese lugar

Ese amor que te hace sentir como en casa, paradójico sí, porque tu hogar no está formado por cuatro paredes sino por todas aquellas personas que convierten un espacio en lo menos importante, situando el cariño que te tienen por encima de cualquier cosa. Son aquellos que forman la parte más importante de tu vida, aquellos que puedes considerar realmente tu familia. Es posible, incluso, que hayas compartido con ellos más tiempo de tu vida que contigo mismo.
Uno no elige a su familia. Puede que las discusiones sean el plato de cada día. Puede que no entiendas esas manías absurdas que tiene tu tía de estar todo el día limpiando. Puede que tu hermano y tú seáis polos opuestos. Sin embargo, siempre hay un miembro de ese gran conjunto por el que sientes cierta adoración. No importa que haya conseguido grandes logros o no, pero sin saber por qué le adoras con toda tu alma. 
La familia es ese lugar donde aprendemos la primera y más importante lección: vivir. Si hay alguien que nos haya enseñado a vivir y a querer profundamente y convertirnos en lo que somos hoy en día, con nuestros errores y aciertos, has sido tú. No conozco a nadie que nos haya podido enseñar a todos a reponernos de cualquier caída y renacer de esta como un ave fénix con tal fuerza que ya nada ni nadie nos podrá hacer caer, como lo has hecho tú. Esa persona que se deja el aliento para que todo su alrededor esté bien y se sienta como en casa. Porque precisamente, y aunque no lo sepas, con cada acción que haces por nosotros nos das el calor suficiente para sentir que siempre estamos a salvo en ese lugar ideal. Donde no existe el dolor y, si existe, es compartido. Donde cada muestra de afecto se multiplica por mil. Ese lugar que no queremos abandonar jamás porque es allí donde realmente podemos ser nosotros mismos y sentir que somos queridos con total lealtad. Gracias por ser los pilares de ese lugar. 

Feliz cumpleaños, Inmi.
Te queremos con locura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario