Todos precisamos de ese lugar en el que sentirnos a salvo, reposar, un oasis donde la paz y la tranquilidad invadan nuestra vida. Ese refugio que anhelamos tras las guerras del día a día. A veces, este lugar idílico no se encuentra entre cuatro paredes. A veces, alcanzamos esa seguridad a través de una persona. Y es que gracias a ella, su calor y su abrigo encontramos lo que representa ese lugar llamado hogar.
Porque aunque seamos almas libres, hambrientas de libertad, siempre hacen falta raíces donde sostenernos a pesar de todas las dificultades y cambios que se presenten. Y si hay alguien que mantenga en pie el árbol de nuestras vidas, eres tú, mamá.
El hogar es el lugar que amamos, que pueden abandonar nuestros pies pero jamás nuestros corazones. Tal y como afirmaba C.Watson: "Una madre y una hija jamás vivirán separadas, por muy grande que sea la distancia que las separa".

"A mi madre, por ser las columnas de mi templo. Por enseñarme con su amor y con su ejemplo".
Feliz cumpleaños, mamá.
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