No importa todo lo que pusiera en la entrada de aquel blog que compartí contigo hace ya algunos meses. Sorprendentemente, numerosas cosas coincidían, pero puedo asegurarte que nada puede expresar cuánto eres en mi vida. Sé que no compartimos muchas palabras y las dos tenemos secretos que la otra desconoce. Sin embargo, siempre fuiste y serás un ejemplo a seguir. Te admiro, aunque no me creas y no te lo diga. Perdón, por las veces que he fallado, que no han sido pocas. Todo ello y mucho más, hace que te quiera, eso nunca lo dudes. Podrá pasar el tiempo y que estas palabras, al igual que las demás queden guardadas, pero nunca cambiará todo lo que pienso sobre ti. Gracias por compartir la misma sangre. Mi eterno agradecimiento por estar ahí.
Ya sabes, desde la cuna y hasta las canas.

Felices 20, BB.
ARSC.
Primer parte: Blog: The Little Pleaschhures, Revista Vogue: "Para qué sirve una hermana".
Muy bonito. Hay que expresar los sentimientos: ¡Siempre unidas!.
ResponderEliminarOs quiero
Mil gracias, Inmi. Por encima de cualquier cosa, os quiero muchísimo.
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