Icono de moda para numerosas generaciones, Cayetana supo trasladar su carácter alegre y transgresor a su armario. Su vestuario, siempre lleno de colores y con un toque hippie, mostraba las ganas de vivir que la aristócrata llevaba siempre por bandera.
Gracias a su enorme carisma, probablemente, logró posar delante de los objetivos de los fotógrafos más reconocidos de las ediciones de Condé Nast.
Cayetana fue considerada una de las mujeres mejores vestidas del panorama español.
En 1948, aparece en la edición estadounidense de Vogue fotografiada por el gran Cecil Beaton. La duquesa viste un elegante diseño de Christian Balenciaga de encaje y falda plisada.
Nueve años más tarde, Cayetana ocupa la portada de Harper's Bazaar exponiendo al mundo entero su arte bailando flamenco. En esta ocasión, el encargado de las instantáneas es el mismísimo Avedon.
En los locos años 60, la duquesa es inmortalizada nuevamente para la biblia de la moda. En esta ocasión, es Henry Clarke el encargado de llevar a cabo el proyecto. La indumentaria del reportaje consiste en un vestido corto de gasa y un impresionante abrigo acolchado, ambos de Elio Berhanyer.
Embajadora de la moda española durante toda su vida, la duquesa supo llevar a España ( y especialmente a la ciudad de Sevilla, que tanto la enamoraba) a lo más alto. Por ello, no podemos negar que la cortesana fue, es y será siempre el personaje más entrañable y carismático de nuestro país.
Descanse en paz, duquesa (1926-2014)
Fotos: SModa, Vogue.es, Elle.es
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