Amor-odio.

Odio el cambio de hora, odio que se haga de noche a las seis y media de la tarde, odio el frío, odio que los días se hagan escasos, odio el no poder salir a la calle sin un paraguas porque llueve, odio no poder ponerme mis Converse porque se llenan de agua, odio tener que levantarme cada mañana con ese frío mientras en mi cama hace un calorcito muy acogedor. 
Siempre hay que buscar el lado bueno, y esto no iba a ser distinto. Algo bueno hay que sacar de todo esto, de esta época. Ahora puedo poner de excusa el frío para ir abrazados allá donde vayamos, puedo meterte la mano por debajo de la camiseta para acariciar tu espalda y sentir tu calor. Puedo pasar horas y horas bajo la manta sin que mi madre me tome por loca, puedo ponerme sudaderas, moño y un vaquero cualquiera, sin que nadie me confunda con una hippie, puedo tomarme un Nesquik calentito cada noche sin esperar a que se enfríe por haberlo calentado de más. Puedo ponerme su ropa, y especialmente, sus sudaderas. Puedo hacer de esta época un periodo inolvidable.

 ARSC.