Esa sensación.

Esa sensación que recorre tu cuerpo, de los pies a la cabeza. Esa sensación acompañada de mariposas en la tripa, pero no mariposas como las que posees cuando estás nerviosa, no. Mariposas que alarman de que algo no va bien. Esa sensación acompañada de un nudo en la garganta de tal envergadura que nada ni nadie puede zafarlo. Esa sensación junto a un brillo en los ojos incomparable con el brillo de las vidrieras en una inmensa catedral. Esa jodida sensación de haber errado, aún sabiendo que todo seguirá estando en su lugar, sigue presente. Tan presente que no puedes pensar en otra cosa. Intentas distraerte con cualquier chorrada, en vano. Esa sensación acompasada de escalofríos que recorren todo tu cuerpo, pero también toda tu alma. Has fallado, retumba en mi cabeza una y otra vez. Una voz te lo repite segundo tras segundo. Esa puta sensación que te invade hasta que alguien te diga: "No pasa nada, todo va a ir bien. Todos podemos equivocarnos. Todo sigue igual, sigues siendo tú. Seguimos siendo nosotros, nada ha cambiado".

ARSC.