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domingo, 18 de marzo de 2012

Para la madre biológica de mi hija.

Nuestras vidas son tan distantes una de la otra, es como si ninguno de los dos existiese. Nunca llegaré a conocerte, a pesar de que  le des a luz. Mi hija tampoco sabrá quién eres. Pero quiero que sepas que la salvaguardaré como una leona. La criaré con amor. La protegeré de las heridas de la soledad. Será una niña entre dos tierras, y lo llevará siempre con orgullo. Y por la noche te llamaremos en el viento, y quizás nos oigas, y así sabrás que ella está a salvo.


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