Hoy, es uno de esos días, en los que sólo me apetece caminar sin rumbo fijo, donde me lleven mis pies. Entrar en mil tiendas, ponerlas patas arriba, probarme mil cosas, aunque no compre nada. Es un día en el que el cielo está poblado por nubes de numerosas formas y colores, llueve, pero aun así el sol se hace presente en ocasiones, brillando con toda la fuerza posible, abrasándome la piel, aunque lleve dos capas de ropa. En estos días estaría mil horas tumbada en mi cama mirando al techo, sin hacer absolutamente nada, más que oír la música de fondo que sale del altavoz a un volumen casi imperceptible. No, no piensen que es un día triste, simplemente, es un día raro, especial, depende del punto de vista. Un día en el que te pones a pensar en todas aquellas cosas que te incomodan, todas tus inquietudes, pasiones. Es bueno de vez en cuando tener un día así, un día blanco, ya que no es ni bueno ni malo, simplemente necesario a veces, pienso yo, vamos.
ARSC.
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